En el ámbito de la gramática y el análisis lingüístico, el estudio de los constructos verbales es fundamental para comprender cómo se estructuran las oraciones. Una de las herramientas más útiles para lograrlo es el análisis de la voz activa y pasiva, conceptos que describen cómo se relaciona el sujeto con la acción del verbo. Estas dos voces son esenciales para expresar ideas con precisión y claridad, y su correcto uso puede marcar la diferencia entre una comunicación efectiva y una confusa.
¿Qué es la voz pasiva y activa?
La voz activa es aquella en la que el sujeto realiza la acción del verbo. Es decir, el sujeto es quien ejecuta la acción y el complemento (o objeto directo) es quien la recibe. Por ejemplo, en la oración El niño escribió una carta, el sujeto (*el niño*) es quien realiza la acción de escribir, y el complemento (*una carta*) es lo que recibe la acción.
Por otro lado, la voz pasiva es cuando el sujeto de la oración recibe la acción del verbo. En este caso, el sujeto ya no es quien la ejecuta, sino quien la sufre o recibe. Un ejemplo clásico es Una carta fue escrita por el niño. Aquí, el sujeto (*una carta*) es quien recibe la acción, y el ejecutor de la acción (*el niño*) aparece introducido por la preposición por.
Un dato interesante es que la voz pasiva se ha utilizado históricamente para dar énfasis al objeto de la oración, en lugar del sujeto. Esto es especialmente útil en textos técnicos, científicos o oficiales, donde la prioridad no es quién realizó la acción, sino qué se realizó.
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Diferencias entre estructura activa y pasiva
La principal diferencia entre ambas voces radica en la posición y función del sujeto dentro de la oración. En la voz activa, el sujeto está en posición dominante, es decir, es el actor principal de la oración. En cambio, en la voz pasiva, el sujeto pierde protagonismo y se convierte en el receptor de la acción.
Otra diferencia importante es el uso del verbo. En la voz activa, el verbo se conjuga en la tercera persona del singular o plural, según el sujeto. En la voz pasiva, el verbo se construye con la auxiliar ser seguida del participio del verbo principal. Por ejemplo, en la oración La empresa construyó un edificio, el verbo está en voz activa (*construyó*). En cambio, en Un edificio fue construido por la empresa, el verbo está en voz pasiva (*fue construido*).
Estas diferencias no solo afectan la estructura gramatical, sino también el estilo y el enfoque del mensaje. Mientras que la voz activa suele dar una sensación de claridad y dinamismo, la voz pasiva puede parecer más formal y distante, lo cual es común en documentos oficiales o académicos.
Casos en los que se prefiere una u otra voz
En ciertos contextos, el uso de una u otra voz puede ser más adecuado según el propósito del mensaje. Por ejemplo, en un discurso publicitario o motivacional, se suele preferir la voz activa para dar dinamismo y responsabilidad a la acción. Frases como Nosotros creamos soluciones innovadoras transmiten fuerza y confianza.
Por otro lado, en informes técnicos, científicos o legales, es común recurrir a la voz pasiva para evitar la necesidad de mencionar al sujeto que realizó la acción, especialmente cuando no es relevante o se busca una apariencia más objetiva. Ejemplos como El experimento fue realizado en condiciones controladas son típicos de este tipo de textos.
También es importante mencionar que en la voz pasiva, el sujeto que realiza la acción puede omitirse por completo si no es necesario, lo cual se utiliza a menudo para evitar responsabilidades o para mantener la neutralidad del mensaje.
Ejemplos claros de voz activa y pasiva
Para entender mejor estos conceptos, veamos algunos ejemplos prácticos:
Voz activa:
- El cocinero preparó la cena.
- El estudiante escribió el informe.
- Los trabajadores construyeron el edificio.
Voz pasiva:
- La cena fue preparada por el cocinero.
- El informe fue escrito por el estudiante.
- El edificio fue construido por los trabajadores.
Como se puede observar, en la voz pasiva, el sujeto se convierte en el objeto de la oración, y el sujeto real de la acción aparece introducido por la preposición por. Esta estructura es muy útil cuando queremos enfatizar el resultado de la acción más que al que la ejecutó.
El concepto de transformación de voz
La transformación de voz es el proceso mediante el cual se cambia una oración de voz activa a pasiva o viceversa. Este proceso sigue ciertas reglas gramaticales y es fundamental para la redacción y revisión de textos. Por ejemplo, para transformar una oración de voz activa a pasiva, se siguen estos pasos:
- Identificar el sujeto, verbo y complemento de la oración original.
- El complemento se convierte en el nuevo sujeto.
- El verbo original se transforma en voz pasiva: se usa la auxiliar *ser* seguida del participio.
- El sujeto original se introduce con la preposición *por*.
Este concepto es especialmente útil en la edición de textos para adaptarlos al estilo deseado, especialmente en textos oficiales o técnicos donde se prefiere la voz pasiva para dar una apariencia más impersonal y objetiva.
Recopilación de ejemplos de uso de voz activa y pasiva
A continuación, te presentamos una lista de oraciones en voz activa y sus contrapartes en voz pasiva:
| Voz Activa | Voz Pasiva |
|————|————|
| El profesor explicó la lección | La lección fue explicada por el profesor |
| El juez dictó la sentencia | La sentencia fue dictada por el juez |
| La empresa desarrolló el software | El software fue desarrollado por la empresa |
| El artesano talló la escultura | La escultura fue tallada por el artesano |
| El equipo ganó el partido | El partido fue ganado por el equipo |
Estos ejemplos muestran cómo se mantiene el mismo significado de la oración, pero se cambia el enfoque del mensaje. En la voz activa, el sujeto es quien actúa; en la pasiva, el sujeto es quien recibe la acción.
Usos y aplicaciones en la vida cotidiana
En la vida cotidiana, el uso de la voz activa y pasiva puede variar según el contexto comunicativo. En conversaciones informales, por ejemplo, es más común el uso de la voz activa, ya que permite una comunicación directa y clara. Frases como Yo lo hice o Ella lo dijo transmiten responsabilidad y claridad.
Por otro lado, en contextos más formales, como documentos oficiales, notificaciones legales o informes académicos, se prefiere la voz pasiva para evitar el uso de pronombres personales y dar una apariencia más objetiva. Por ejemplo, en un informe médico se puede leer El paciente fue sometido a una cirugía, lo cual suena más profesional y neutral que El cirujano operó al paciente.
El uso de la voz pasiva también es común en medios de comunicación, especialmente en noticiarios, donde se busca mantener una postura imparcial. Por ejemplo, en una noticia se puede leer El edificio fue destruido por un incendio, en lugar de Un incendio destruyó el edificio, lo cual puede dar una sensación de mayor objetividad.
¿Para qué sirve el uso de la voz pasiva y activa?
El uso de la voz pasiva y activa no solo es una cuestión gramatical, sino también una herramienta semántica y estilística. En la voz activa, el mensaje es más directo y personal, lo que es útil para transmitir responsabilidad o dinamismo. Esto es especialmente importante en discursos políticos, publicitarios o motivacionales, donde se busca impactar al público de manera inmediata.
Por su parte, la voz pasiva es útil cuando no se conoce al sujeto que realiza la acción, cuando no es relevante mencionarlo, o cuando se busca mantener una postura neutral o impersonal. Es común en textos técnicos, científicos o legales, donde el enfoque está en el resultado de la acción más que en quién la realizó.
En resumen, el uso correcto de ambas voces permite adaptar el mensaje según el contexto, el destinatario y el propósito comunicativo, lo cual es clave para una comunicación efectiva.
Transformar oraciones entre las voces
Una de las habilidades más útiles en gramática es la capacidad de transformar oraciones de voz activa a pasiva y viceversa. Este proceso no solo ayuda a mejorar la comprensión del lenguaje, sino también a redactar textos con mayor precisión y estilo. Por ejemplo:
- Activa: El artesano talló una escultura.
- Pasiva: Una escultura fue tallada por el artesano.
El proceso se puede dividir en pasos:
- Identificar el sujeto, verbo y complemento en la oración activa.
- Convertir el complemento en sujeto de la oración pasiva.
- El verbo se transforma en pasivo: se usa la auxiliar *ser* + participio.
- El sujeto original se introduce con la preposición *por*.
Esta transformación permite adaptar el mensaje según el enfoque deseado, lo cual es especialmente útil en textos oficiales o técnicos.
Importancia en la educación y el aprendizaje
El estudio de la voz pasiva y activa es fundamental en la educación primaria y secundaria, ya que forma parte de los bloques gramaticales esenciales. Comprender estos conceptos permite a los estudiantes construir oraciones con mayor claridad y precisión, lo cual es esencial para el desarrollo de habilidades comunicativas.
Además, en el ámbito universitario, el dominio de estos conceptos es clave para redactar trabajos académicos, investigaciones y artículos científicos. En estos casos, el uso de la voz pasiva es muy común para mantener un tono impersonal y objetivo. Por ejemplo, en un artículo de investigación se puede leer El experimento fue realizado en condiciones controladas, lo cual suena más formal y profesional que Nosotros realizamos el experimento.
También es útil para prepararse en exámenes de lenguaje, donde se suelen incluir preguntas sobre transformación de oraciones o identificación de la voz usada.
Significado de la voz pasiva y activa en la gramática
En la gramática, la voz pasiva y activa son categorías que indican la relación entre el sujeto y la acción del verbo. En la voz activa, el sujeto actúa sobre un complemento, mientras que en la voz pasiva, el sujeto es afectado por la acción. Esta relación se refleja en la estructura del verbo y en la posición del sujeto y el complemento dentro de la oración.
Por ejemplo, en la oración El niño escribió una carta, el sujeto (*el niño*) actúa sobre el complemento (*una carta*), y el verbo está en voz activa (*escribió*). En cambio, en Una carta fue escrita por el niño, el complemento se convierte en sujeto, el verbo está en voz pasiva (*fue escrita*), y el sujeto original (*el niño*) aparece introducido por la preposición *por*.
Estos conceptos son fundamentales para el análisis de oraciones y para la construcción de textos claros y coherentes. Además, su estudio ayuda a comprender cómo se transmiten las ideas a través del lenguaje escrito y hablado.
¿Cuál es el origen del uso de la voz pasiva y activa?
El uso de la voz pasiva y activa tiene sus raíces en la gramática clásica, especialmente en el latín, donde se establecieron las bases de la transformación de oraciones. En el latín, la voz pasiva se formaba con la auxiliar esse seguida del participio, similar a lo que ocurre en el español moderno con ser y el participio.
Con el tiempo, esta estructura se fue adaptando a los distintos idiomas romances, incluido el español, donde se mantuvo la estructura básica de formación de la voz pasiva. Aunque la voz pasiva no es tan común en el habla coloquial como la activa, su uso se ha mantenido en textos formales, académicos y técnicos, donde su función es dar objetividad y neutralidad al mensaje.
Este uso estructurado de la voz pasiva y activa también refleja cómo la gramática evoluciona según las necesidades comunicativas de cada época y contexto.
Voz pasiva y activa: sinónimos y expresiones equivalentes
Aunque los términos *voz pasiva* y *voz activa* son específicos de la gramática, existen sinónimos y expresiones equivalentes que se usan en diferentes contextos. Por ejemplo, en textos técnicos o científicos, a menudo se habla de *constructos verbales impersonales* o *estructuras formales*, para referirse al uso de la voz pasiva.
También es común encontrar expresiones como redactar en estilo pasivo o emplear una voz más impersonal, que se usan para indicar que se está utilizando la voz pasiva con el fin de dar un tono más formal o objetivo al texto.
Por otro lado, en contextos conversacionales o informales, se suele preferir el uso de la voz activa, ya que permite una comunicación más directa y personal. En este caso, se pueden usar frases como hacer uso de la voz activa o estructurar oraciones con sujeto claro para referirse a este tipo de construcción.
¿Cuándo es mejor usar la voz pasiva?
El uso de la voz pasiva es más adecuado en contextos donde el enfoque del mensaje no está en quién realiza la acción, sino en el resultado o el objeto de la acción. Esto es especialmente útil en textos oficiales, científicos o académicos, donde se busca una apariencia más formal y neutral.
Por ejemplo, en un informe médico se puede leer *El paciente fue sometido a una cirugía,* lo cual suena más profesional que *El cirujano operó al paciente. En este caso, el uso de la voz pasiva permite evitar el uso de pronombres personales y mantener un tono impersonal.
Por otro lado, en contextos donde se quiere dar dinamismo, responsabilidad o claridad al mensaje, se prefiere el uso de la voz activa. Por ejemplo, en un discurso motivacional se puede usar *Nosotros construimos un futuro mejor,* lo cual transmite confianza y compromiso.
Cómo usar la voz pasiva y activa y ejemplos prácticos
Para usar correctamente la voz pasiva y activa, es fundamental entender la estructura de las oraciones. A continuación, te mostramos cómo construir oraciones en cada voz, junto con ejemplos:
Voz activa:
- Estructura: Sujeto + verbo + complemento.
- Ejemplo: El artesano talló una escultura.
Voz pasiva:
- Estructura: Complemento + ser + participio + por + sujeto original.
- Ejemplo: Una escultura fue tallada por el artesano.
También es útil practicar la transformación de oraciones para afianzar el conocimiento. Por ejemplo:
- Activa: El científico descubrió el fenómeno.
- Pasiva: El fenómeno fue descubierto por el científico.
Este tipo de ejercicios ayuda a los estudiantes a comprender mejor cómo se relacionan los elementos de la oración y cómo se puede cambiar el enfoque del mensaje según el contexto.
Errores comunes al usar la voz pasiva y activa
A pesar de que la voz pasiva y activa son conceptos fundamentales en gramática, existen algunos errores frecuentes que se deben evitar. Uno de los más comunes es el uso incorrecto de la preposición *por* al transformar una oración de voz activa a pasiva. Por ejemplo, es incorrecto escribir La carta fue escrita por el niño”,* ya que el sujeto original (*el niño*) debe ir introducido por *“por, pero no debe repetirse el sujeto si ya está claro.
Otro error común es el uso excesivo de la voz pasiva en textos informales o conversacionales, lo cual puede dar una sensación de distancia o impersonalidad. Por ejemplo, en una conversación cotidiana, es mejor decir *Yo escribí la carta,* en lugar de *La carta fue escrita por mí,* ya que la voz activa suena más natural y directa.
También es común confundir la voz pasiva con la voz reflexiva, especialmente en verbos como *irse, levantarse, acostarse,* etc., donde el sujeto actúa sobre sí mismo. En estos casos, no se puede usar la estructura pasiva, ya que no hay un objeto sobre el que actuar.
Ventajas y desventajas de cada voz
Cada voz tiene sus ventajas y desventajas, y su uso depende del contexto y el propósito comunicativo.
Ventajas de la voz activa:
- Claridad: El sujeto que actúa está claramente identificado.
- Dinamismo: La oración suena más directa y enérgica.
- Personalización: Permite mostrar responsabilidad y compromiso.
Desventajas de la voz activa:
- Puede sonar menos formal en contextos técnicos o oficiales.
- Si se abusa, puede dar una sensación de subjetividad.
Ventajas de la voz pasiva:
- Formalidad: Es ideal para textos académicos, científicos o oficiales.
- Neutralidad: Permite mantener un tono impersonal y objetivo.
- Flexibilidad: El sujeto puede omitirse si no es relevante.
Desventajas de la voz pasiva:
- Puede sonar impersonal o fría en contextos conversacionales.
- Puede dificultar la comprensión si se usan oraciones muy largas.
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