Qué es ser pertinente

Qué es ser pertinente

Ser pertinente es una cualidad fundamental en la comunicación, el pensamiento y las acciones humanas. Se refiere a la capacidad de decir, hacer o presentar algo que sea adecuado, relevante y útil en un contexto determinado. Este concepto, aunque aparentemente sencillo, tiene un peso considerable en diversos ámbitos como el académico, profesional, social y personal. En este artículo exploraremos a fondo qué significa ser pertinente, por qué es importante y cómo se puede desarrollar esta habilidad de manera efectiva.

¿Qué significa ser pertinente?

Ser pertinente significa que lo que se expone, se hace o se considera tiene relación directa con el tema o situación en cuestión. Es acertar con la información o la acción en el momento oportuno y de manera que resuelva, aporte o enriquezca la situación. En términos simples, es no desviarse del propósito, ni decir o hacer cosas que no estén relacionadas con el objetivo principal.

Por ejemplo, en una reunión de trabajo, ser pertinente implica aportar ideas que se vinculen con el tema tratado, evitando divagar o mencionar asuntos irrelevantes. En la vida cotidiana, esto puede traducirse en una conversación más efectiva, una argumentación más clara o una toma de decisiones más adecuada.

Un dato interesante: La palabra pertinente proviene del latín *pertinens*, que significa que toca o afecta a algo. Esta raíz etimológica refuerza la idea de conexión y relevancia. En la historia del lenguaje, el uso de pertinente se consolidó en el español en el siglo XVI, en contextos legales y filosóficos, donde era crucial que los argumentos fueran directos y no se perdieran en tangencias.

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La relevancia en la comunicación humana

La pertinencia no solo es una cuestión de lenguaje, sino un pilar fundamental de la comunicación humana. En cualquier interacción, ya sea cara a cara o virtual, la capacidad de mantenerse en el tema y aportar información o reacciones adecuadas es clave para que el mensaje sea comprendido, respetado y útil. Sin pertinencia, la comunicación se vuelve caótica, ineficiente y, a menudo, contraproducente.

En contextos educativos, por ejemplo, un estudiante que formula preguntas pertinentes ayuda a aclarar conceptos y a profundizar en el aprendizaje. En el ámbito profesional, un colaborador que presenta informes pertinentes aporta valor real a la empresa. En la vida social, la pertinencia permite construir relaciones saludables y basadas en el respeto mutuo.

La falta de pertinencia puede provocar desconfianza, frustración o incluso conflictos, especialmente en situaciones donde se espera una respuesta clara o una acción concreta. Por eso, desarrollar la capacidad de ser pertinente es una habilidad que no solo mejora la comunicación, sino también la eficacia en todos los ámbitos de la vida.

La diferencia entre ser pertinente y ser relevante

Aunque a menudo se usan como sinónimos, ser pertinente y ser relevante tienen matices importantes. La pertinencia se enfoca en la relación directa entre lo que se dice o hace y el contexto inmediato. En cambio, la relevancia tiene que ver con la importancia o trascendencia de algo en un marco más amplio o a largo plazo.

Por ejemplo, un tema puede ser pertinente en una discusión específica, pero no ser relevante para el proyecto general. O viceversa: algo puede no ser pertinente en una conversación puntual, pero ser altamente relevante en el desarrollo futuro de un plan. Por tanto, la pertinencia es más inmediata y contextual, mientras que la relevancia tiene un carácter más general y estratégico.

Entender esta diferencia ayuda a mejorar no solo la comunicación, sino también la planificación y toma de decisiones. Un buen equilibrio entre ambas cualidades es esencial para actuar de manera efectiva en cualquier entorno.

Ejemplos de cómo ser pertinente

Para entender mejor cómo se aplica la pertinencia, veamos algunos ejemplos prácticos:

  • En una entrevista de trabajo: Cuando el candidato responde preguntas relacionadas con la experiencia y habilidades solicitadas, mostrando conocimientos y actitudes acordes al puesto. Si, por ejemplo, se le pregunta sobre liderazgo y responde con anécdotas personales sin relación con el rol, no será pertinente.
  • En un debate: Un participante que escucha atentamente, interpreta correctamente los argumentos del oponente y responde con puntos que abordan directamente lo expuesto, sin desviarse al terreno personal o emocional.
  • En la redacción de un ensayo académico: Cuando todas las ideas presentadas están conectadas con la tesis principal y se apoyan con fuentes confiables. Un ensayo sin pertinencia puede desviarse a temas secundarios o incluso irrelevantes.
  • En una conversación social: Alguien que escucha activamente, responde a lo que se le dice y mantiene la conversación en un tema interesante para ambos, sin cambiar bruscamente de tema o hacer comentarios fuera de lugar.

Estos ejemplos muestran que la pertinencia no solo se trata de decir lo correcto, sino de decir lo adecuado en el momento adecuado, con una finalidad clara.

La pertinencia como concepto en el pensamiento crítico

El pensamiento crítico se nutre de la pertinencia. Para pensar de manera crítica, es necesario filtrar información, discernir lo esencial de lo accesorio y establecer conexiones lógicas. La pertinencia, en este sentido, es el filtro que permite que las ideas fluyan de manera coherente y con sentido.

Un ejemplo clásico es el método científico: cada paso debe ser pertinente al objetivo de investigación. Si, por ejemplo, un científico está analizando el impacto del cambio climático en una especie animal, debe recolectar datos que estén directamente relacionados con esa especie, su hábitat y las condiciones climáticas. Cualquier desvío, por interesante que parezca, puede llevar a conclusiones erróneas o poco útiles.

En la vida cotidiana, la pertinencia en el pensamiento crítico se traduce en la capacidad de resolver problemas de manera efectiva. Por ejemplo, si alguien está buscando una solución a un conflicto familiar, debe centrarse en las causas reales del problema y no en aspectos secundarios o emocionales que no ayudan a resolverlo.

5 aspectos clave para ser pertinente en cualquier situación

  • Escucha activa: Escuchar con atención es el primer paso para responder de manera pertinente. Entender el mensaje del interlocutor te permite reaccionar de forma acertada.
  • Claridad en el mensaje: Expresarte con claridad facilita que tu aporte sea comprendido y considerado relevante.
  • Contexto adecuado: Tener en cuenta el entorno, el público y la situación te ayuda a adaptar tu lenguaje y comportamiento a lo que se espera.
  • Filtrado de información: No todo lo que sabes o piensas es útil en cada momento. Ser pertinente implica elegir qué información compartir.
  • Flexibilidad mental: A veces, lo que parece pertinente en un contexto no lo es en otro. La capacidad de adaptarse a nuevas situaciones es clave.

Cultivar estos aspectos no solo mejora la pertinencia en la comunicación, sino también en la toma de decisiones y en la resolución de problemas.

La importancia de la pertinencia en la vida profesional

En el mundo laboral, ser pertinente puede marcar la diferencia entre un profesional exitoso y uno que no llega a su potencial. En reuniones, presentaciones, correos o informes, la capacidad de aportar ideas que estén alineadas con los objetivos de la empresa, el proyecto o el cliente, es fundamental.

Un profesional que siempre aporta soluciones pertinentes se percibe como alguien valioso, confiable y eficiente. Por otro lado, alguien que frecuentemente se desvía del tema, no escucha o no entiende el contexto, puede generar frustración en sus colegas y jefes.

En el ámbito de la gestión, por ejemplo, un gerente que toma decisiones pertinentes basadas en datos y en el contexto empresarial puede guiar a su equipo hacia el éxito. En cambio, una falta de pertinencia en la toma de decisiones puede llevar a errores costosos o a la pérdida de oportunidades.

¿Para qué sirve ser pertinente?

Ser pertinente sirve para comunicarse de manera efectiva, resolver conflictos con acierto, tomar decisiones acertadas y construir relaciones sólidas. En cualquier contexto, desde una conversación casual hasta una negociación internacional, la pertinencia permite que las ideas fluyan con sentido y que las acciones tengan impacto positivo.

En el ámbito académico, ser pertinente ayuda a los estudiantes a destacar en sus presentaciones, trabajos y debates. En el ámbito social, permite a las personas mantener conversaciones interesantes y significativas. Y en el ámbito profesional, es esencial para progresar en una carrera y ganar la confianza de los demás.

Un ejemplo práctico: un consultor que ofrece soluciones pertinentes a los problemas de sus clientes no solo resuelve inmediatamente el problema, sino que también construye una relación de confianza y fidelidad a largo plazo.

La importancia de la pertinencia en la educación

La pertinencia es un concepto central en la educación. En la enseñanza, los profesores deben adaptar sus métodos, contenidos y ejemplos a las necesidades y contexto de sus estudiantes. En la evaluación, las preguntas deben ser pertinentes al nivel de conocimiento y al objetivo del aprendizaje. En la formación docente, la capacitación debe ser pertinente a las realidades educativas actuales.

Un ejemplo de pertinencia en la educación es la implementación de estrategias didácticas que consideren la diversidad cultural y socioeconómica de los estudiantes. Esto no solo mejora el aprendizaje, sino que también fomenta la equidad y la inclusión.

En la educación superior, la pertinencia de los programas académicos es crucial. Un programa que no se adapte a las necesidades del mercado laboral o a los intereses de los estudiantes pierde su propósito y atractivo.

La pertinencia en la toma de decisiones

En la vida personal y profesional, la toma de decisiones requiere de una alta dosis de pertinencia. Elegir opciones que estén alineadas con los objetivos, valores y contextos es fundamental para lograr resultados exitosos.

Un ejemplo claro es la planificación financiera. Una persona que toma decisiones pertinentes sobre su ahorro, inversiones y gastos está más cerca de alcanzar sus metas económicas. Por el contrario, decisiones impertinentes o descontextualizadas pueden llevar a errores costosos.

En el ámbito empresarial, la toma de decisiones pertinentes implica evaluar datos concretos, considerar el entorno competitivo y actuar con rapidez pero con criterio. Esto no solo mejora la eficiencia, sino también la capacidad de adaptación a los cambios.

El significado real de la pertinencia

Ser pertinente implica más que solo decir lo correcto: implica decir lo necesario, lo útil, lo que realmente aporta en ese momento y en ese contexto. No se trata de una cuestión de conocimiento, sino de sensibilidad, contexto y propósito.

La pertinencia también puede ser emocional. A veces, lo más pertinente no es decir la verdad dura, sino decir lo que puede ayudar a alguien en un momento difícil. Esto no significa mentir, sino actuar con empatía y sensibilidad.

En resumen, la pertinencia es una combinación de conocimiento, contexto, intención y empatía. Es una herramienta poderosa para comunicarse, resolver problemas y construir relaciones. Cultivarla implica no solo desarrollar habilidades técnicas, sino también una actitud abierta y flexible ante la vida y las situaciones.

¿Cuál es el origen del concepto de pertinencia?

El concepto de pertinencia tiene raíces en la filosofía y la lógica. En la antigua Grecia, los filósofos como Aristóteles ya abordaban la idea de que los argumentos debían ser coherentes y relacionados con el tema en cuestión. En la Edad Media, la escolástica desarrolló sistemas de razonamiento donde la pertinencia era clave para defender o refutar una tesis.

Con el tiempo, la pertinencia se convirtió en un principio fundamental en múltiples disciplinas, como la lógica, la retórica, la administración y la educación. En el siglo XX, con el auge de la ciencia y la gestión moderna, se reconoció que la pertinencia era una habilidad esencial para el éxito en cualquier ámbito.

La importancia de la pertinencia en la vida cotidiana

En la vida diaria, la pertinencia no solo mejora la comunicación, sino que también fomenta la resolución de conflictos, la toma de decisiones inteligentes y la construcción de relaciones saludables. Una persona que es pertinente en sus acciones y palabras se percibe como alguien confiable, respetuoso y considerado.

Por ejemplo, en una discusión familiar, ser pertinente significa abordar el problema de forma directa, sin cambiar de tema o atacar a la otra persona. En una conversación con un amigo, significa escuchar y responder de manera que refuerce la conexión emocional. En un entorno laboral, significa colaborar con eficacia, sin perder el enfoque ni generar confusiones.

¿Cómo puedo mejorar mi pertinencia en las conversaciones?

Para mejorar tu pertinencia en las conversaciones, puedes seguir estos pasos:

  • Escucha activamente: Antes de responder, asegúrate de entender completamente lo que se está diciendo.
  • Haz preguntas claras: Esto ayuda a aclarar el contexto y a responder con mayor pertinencia.
  • Prepara tus ideas antes de hablar: Esto evita divagar o perder el hilo de la conversación.
  • Adapta tu lenguaje al interlocutor: Usa un tono, vocabulario y estilo que se ajusten a la situación.
  • Evita las distracciones: Mantén tu atención en la conversación para no desviarte del tema.

Practicar estas técnicas te permitirá ser más pertinente no solo en las conversaciones, sino también en tus escritos, presentaciones y acciones diarias.

Cómo usar la palabra ser pertinente en la vida real

La expresión ser pertinente se puede usar de múltiples maneras en la vida real. Por ejemplo:

  • En un correo profesional: Es importante que todos los comentarios sean pertinentes al objetivo del proyecto.
  • En una reunión de equipo: Necesitamos aportar ideas pertinentes que solucionen el problema.
  • En una conversación social: A veces, lo más difícil es ser pertinente y no decir lo primero que se nos viene a la cabeza.

También se puede usar en la educación: El profesor espera que los estudiantes sean pertinentes en sus respuestas y que no se desvíen del tema.

En todos estos casos, el uso de la expresión refuerza la importancia de mantener el enfoque y de actuar con sentido común y responsabilidad.

La pertinencia como habilidad transversal

La pertinencia no es una habilidad aislada, sino una competencia transversal que se aplica en múltiples contextos. En la educación, en la tecnología, en el arte, en la política y en la vida personal, la capacidad de ser pertinente permite que las personas se expresen de manera clara, útil y efectiva.

En la era digital, donde la información está disponible en abundancia, la pertinencia se ha convertido en un filtro esencial. No se trata de tener más información, sino de saber cuál información es relevante y útil en cada momento.

La pertinencia en la era de la información

En la actualidad, la pertinencia adquiere una importancia aún mayor. Con la cantidad de datos y mensajes que recibimos diariamente, ser capaz de seleccionar lo que es útil, realista y acorde a cada situación se convierte en una habilidad clave.

Las redes sociales, por ejemplo, son un campo donde la pertinencia puede marcar la diferencia entre un contenido exitoso y uno ignorado. Un mensaje que sea pertinente al interés del usuario, al contexto y al momento tiene más probabilidades de ser visto, compartido y valorado.