Las formas de contar una historia pueden variar según el enfoque del narrador. En este artículo exploraremos qué es una narración objetiva y subjetiva, dos de las técnicas narrativas más utilizadas en literatura, periodismo, cine y otros medios de expresión. Estos enfoques no solo definen cómo se presenta la información, sino también cómo se percibe por parte del público.
¿Qué es una narración objetiva y subjetiva?
Una narración objetiva es aquella en la que el narrador se mantiene neutral, sin intervenir emocionalmente o dar su opinión personal sobre los hechos. En este tipo de narración, los sucesos se presentan de manera factual, sin incluir juicios de valor ni interpretaciones. Por otro lado, una narración subjetiva se caracteriza por la presencia de un narrador que sí expresa sus emociones, pensamientos, opiniones y percepciones personales sobre lo que ocurre.
En la narración objetiva, el enfoque se centra en los hechos, los datos y los eventos sin alterarlos con la subjetividad del narrador. Es común en géneros como el periodismo, donde la imparcialidad es clave. Mientras que en la narración subjetiva, el narrador puede ser un personaje dentro de la historia o un observador que comparte su visión personal, lo que puede incluir sentimientos, dudas, juicios o emociones.
Un ejemplo clásico de narración objetiva es el relato de un hecho histórico: se presentan los hechos tal como ocurrieron, sin darle un valor moral o emocional. En cambio, una narración subjetiva podría mostrar cómo un personaje interpreta esos mismos hechos, filtrados por sus vivencias y percepciones. Esta diferencia es fundamental para comprender cómo se construye la narrativa en cualquier texto.
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Diferencias entre narración objetiva y subjetiva
Las diferencias entre una narración objetiva y una subjetiva van más allá de lo que se dice; también están en cómo se dice. En la narración objetiva, el narrador actúa como un observador imparcial, describiendo los hechos sin incluir emociones o juicios. Mientras que en la narración subjetiva, el narrador se convierte en un protagonista o testigo que aporta su visión personal, lo que puede influir en la percepción del lector.
Una narración objetiva busca dar información precisa, sin sesgos. Esto es esencial en contextos como la ciencia, la historia o el periodismo, donde la credibilidad depende de la imparcialidad. Por ejemplo, en un artículo informativo sobre un accidente, la narración objetiva presentará las causas, las víctimas y los hechos tal como ocurrieron. En cambio, en una novela, una narración subjetiva podría mostrar cómo un personaje interpreta ese accidente, su reacción emocional o su experiencia personal relacionada con el suceso.
Estas diferencias también se reflejan en los géneros literarios. Las novelas realistas tienden a usar narraciones subjetivas para explorar la psicología de los personajes, mientras que los ensayos o reportajes suelen recurrir a la narración objetiva para mantener un tono académico o informativo.
Cuándo es más útil cada tipo de narración
La elección entre una narración objetiva o subjetiva depende del propósito del texto. Si el objetivo es informar, educar o exponer hechos, la narración objetiva es la más adecuada. Por ejemplo, en un documento histórico o en un artículo científico, la imparcialidad es fundamental para garantizar la veracidad de la información.
Por otro lado, si el objetivo es emocionar, impactar o explorar los sentimientos de los personajes, la narración subjetiva es más efectiva. En literatura, el uso de la voz interna o el punto de vista limitado permite al lector vivir la historia desde dentro, lo que puede crear una conexión emocional más profunda. En el cine, por ejemplo, las tomas subjetivas (como si se mirara a través de los ojos de un personaje) son una herramienta poderosa para sumergir al espectador en la experiencia.
En resumen, la narración objetiva es útil para presentar información sin alterarla, mientras que la narración subjetiva permite explorar las emociones, pensamientos y experiencias personales de los personajes o narradores.
Ejemplos de narración objetiva y subjetiva
Para entender mejor estos conceptos, es útil observar ejemplos claros de cada tipo de narración. En una narración objetiva, un texto podría decir: El 15 de abril de 2025, un terremoto de magnitud 6.2 sacudió la región de Valparaíso, causando daños en varias edificaciones y dejando a 12 personas heridas. Este enfoque presenta los hechos sin juicios ni emociones.
En cambio, una narración subjetiva podría decir: Ese día, el mundo se me vino abajo. El terremoto no solo destruyó mi casa, sino que también me quitó la sensación de seguridad que siempre había tenido. Aquí, el narrador comparte su experiencia personal y emocional, lo que enriquece la narrativa, pero no se limita a los hechos.
Otro ejemplo en literatura: en una novela con narración objetiva, el lector conoce los hechos sin saber los sentimientos de los personajes. En cambio, si la novela utiliza un narrador subjetivo, el lector accede a los pensamientos y emociones de uno o varios personajes, lo que puede cambiar la percepción de los eventos.
El concepto de narrador omnisciente y limitado
Un concepto estrechamente relacionado con la narración objetiva y subjetiva es el de los tipos de narrador. El narrador omnisciente es aquel que conoce todo sobre los personajes, sus pensamientos, sus motivaciones y los eventos que ocurren. Puede ser un narrador objetivo, sin incluir emociones, o subjetivo, expresando su visión personal.
Por otro lado, el narrador limitado solo conoce lo que un personaje específico percibe o experimenta. Este tipo de narración puede ser subjetiva, ya que se filtra a través de la perspectiva de un personaje. Por ejemplo, en una novela en primera persona, el narrador es un personaje que comparte sus pensamientos y sentimientos, lo que hace que la narración sea subjetiva.
El narrador externo, en cambio, describe lo que ocurre desde fuera, sin acceder a los pensamientos internos de los personajes. Este tipo de narración puede ser más objetiva, ya que se limita a lo que se puede observar.
Recopilación de ejemplos de narración objetiva y subjetiva
A continuación, presentamos una lista de ejemplos que ayudarán a comprender las diferencias entre estos dos tipos de narración:
Narración objetiva:
- Un reporte de noticias sobre un partido de fútbol.
- Un documento histórico sobre la caída del Muro de Berlín.
- Un artículo científico describiendo el proceso de fotosíntesis.
Narración subjetiva:
- Una novela en primera persona donde el protagonista describe sus emociones.
- Un diario personal donde alguien escribe sobre sus vivencias.
- Una película narrada desde el punto de vista de un personaje, mostrando sus dudas y miedos.
Cada uno de estos ejemplos muestra cómo la elección del tipo de narración afecta la forma en que se presenta la información y cómo se percibe por parte del lector o espectador.
La narración en distintos medios de comunicación
La narración objetiva y subjetiva no solo se aplican a la literatura, sino también a otros medios como el cine, la televisión y los medios digitales. En periodismo, por ejemplo, el reportaje en noticieros suele seguir un enfoque objetivo, presentando los hechos sin incluir opiniones o emociones. Sin embargo, en documentales o entrevistas, se pueden usar técnicas narrativas subjetivas para darle una dimensión más humana al relato.
En el cine, los directores utilizan diferentes técnicas para transmitir una narración subjetiva. Por ejemplo, las tomas subjetivas, donde la cámara muestra lo que ve un personaje, permiten al espectador experimentar la historia desde su perspectiva. En contraste, una narración objetiva en cine se logra mediante tomas externas, sin mostrar lo que piensa o siente un personaje.
También en el ámbito digital, como en los videos de YouTube o en las publicaciones en redes sociales, se puede observar una narración subjetiva, ya que los creadores comparten su visión personal sobre un tema. Mientras que en plataformas informativas como Wikipedia, la narración tiende a ser objetiva, presentando hechos sin incluir juicios o emociones.
¿Para qué sirve la narración objetiva y subjetiva?
La narración objetiva y subjetiva sirven para diferentes propósitos comunicativos. La narración objetiva es útil cuando se busca informar, educar o presentar hechos de manera clara y precisa. Es esencial en contextos como el periodismo, la ciencia o la historia, donde la credibilidad depende de la imparcialidad del narrador.
Por otro lado, la narración subjetiva permite explorar las emociones, pensamientos y experiencias personales de los personajes. Es especialmente efectiva en la literatura, el cine y la televisión, donde el objetivo es generar una conexión emocional con el público. La subjetividad en la narración puede hacer que una historia sea más impactante, ya que se vive desde la perspectiva de un personaje.
Además, ambas formas de narración pueden usarse en combinación. Por ejemplo, en una novela, el narrador puede alternar entre una narración objetiva de los hechos y una subjetiva de los pensamientos de un personaje, lo que enriquece la historia y ofrece múltiples perspectivas.
Narración neutral vs. narración con perspectiva
Otra forma de referirse a la narración objetiva es como una narración neutral, donde no se incluyen juicios ni emociones. En este tipo de narración, el enfoque se centra en los hechos, sin dar una interpretación personal. En cambio, la narración con perspectiva (subjetiva) incluye la visión del narrador, lo que puede influir en cómo se percibe la historia.
En literatura, la narración neutral puede parecer fría o distante, pero también puede ofrecer una objetividad que permite al lector formar su propia opinión. Por otro lado, la narración con perspectiva puede hacer que la historia sea más emocional y personal, pero también puede sesgar la información presentada.
Por ejemplo, en un relato sobre un conflicto, una narración neutral describiría los hechos sin incluir emociones, mientras que una narración con perspectiva podría mostrar cómo un personaje interpreta esos hechos, filtrados por su experiencia y emociones.
La importancia de elegir el tipo de narración adecuado
Elegir entre una narración objetiva o subjetiva no es una decisión menor. El tipo de narración que se elija define cómo se presenta la información y cómo se percibe por parte del lector o espectador. En literatura, por ejemplo, una narración subjetiva puede permitir una conexión emocional más fuerte con los personajes, mientras que una narración objetiva puede ofrecer una visión más equilibrada de los eventos.
En periodismo, la narración objetiva es fundamental para mantener la credibilidad del medio. Si un reportaje incluye opiniones o emociones, puede perder su valor informativo. En cambio, en la ficción, la narración subjetiva puede enriquecer la historia, permitiendo al lector vivir la experiencia desde dentro.
Además, el tipo de narración también puede afectar la estructura y el estilo del texto. Una narración objetiva suele ser más directa y clara, mientras que una narración subjetiva puede ser más compleja, con descripciones detalladas y reflexiones personales.
El significado de la narración objetiva y subjetiva
La narración objetiva y subjetiva son dos formas de contar una historia, pero también representan dos maneras de percibir el mundo. La narración objetiva se basa en la idea de que los hechos existen de manera independiente del observador. Mientras que la narración subjetiva se basa en la idea de que la realidad es filtrada por la percepción personal de cada individuo.
En la vida cotidiana, esto se refleja en cómo las personas interpretan los mismos eventos de manera diferente. Por ejemplo, dos personas pueden vivir el mismo accidente, pero cada una lo recordará y describirá de forma distinta, dependiendo de sus experiencias previas, sus emociones y sus perspectivas.
En la literatura, la narración objetiva busca dar una visión más universal de los hechos, mientras que la narración subjetiva busca dar una visión más personal, más íntima. Ambas formas son válidas y útiles, dependiendo del propósito del texto.
¿Cuál es el origen de los conceptos de narración objetiva y subjetiva?
El concepto de narración objetiva tiene sus raíces en la filosofía y la ciencia. En el siglo XIX, con el auge del positivismo, se valoraba la imparcialidad y la objetividad como criterios esenciales para el conocimiento. Esta idea influyó en géneros como el periodismo y la ciencia, donde se buscaba presentar información sin alterarla con la subjetividad del narrador.
Por otro lado, la narración subjetiva tiene una larga historia en la literatura. Desde la antigüedad, los poetas y narradores han utilizado la voz personal para expresar sus emociones y pensamientos. En el siglo XX, con el auge del realismo psicológico y el modernismo, la narración subjetiva se convirtió en una herramienta poderosa para explorar la mente humana.
La distinción entre narración objetiva y subjetiva es fundamental para comprender cómo se construye la narrativa en distintos contextos. Ambas formas tienen su lugar y su utilidad, y su elección depende del propósito del autor y del mensaje que quiere transmitir.
Narración imparcial vs. narración con enfoque personal
Otra forma de referirse a la narración objetiva es como narración imparcial, donde el narrador no interviene emocionalmente ni ofrece juicios. Este tipo de narración se caracteriza por su neutralidad, lo que permite al lector formar su propia opinión sobre los hechos. Por otro lado, una narración con enfoque personal (subjetiva) incluye la visión del narrador, lo que puede enriquecer la historia, pero también puede sesgar la información.
En literatura, la narración imparcial puede parecer distante o fría, pero también puede ofrecer una visión equilibrada de los eventos. Mientras que la narración con enfoque personal puede hacer que la historia sea más emocional y personal, pero también puede limitar la objetividad del relato.
Por ejemplo, en una novela con narración imparcial, el lector conoce los hechos sin saber los pensamientos de los personajes. En cambio, en una novela con narración subjetiva, el lector accede a los pensamientos y emociones de un personaje, lo que puede cambiar su percepción de los eventos.
¿Qué papel juegan la narración objetiva y subjetiva en la construcción de una historia?
La narración objetiva y subjetiva son herramientas fundamentales en la construcción de una historia. La elección de una u otra depende del propósito del autor y del mensaje que quiere transmitir. Una narración objetiva puede ofrecer una visión más equilibrada de los hechos, mientras que una narración subjetiva puede enriquecer la historia al mostrar las emociones y experiencias personales de los personajes.
En literatura, la narración objetiva es útil para presentar información de manera clara y directa, sin incluir juicios o emociones. Por otro lado, la narración subjetiva permite explorar la psicología de los personajes, lo que puede hacer que la historia sea más impactante y emocional.
En el cine, la narración objetiva se logra mediante tomas externas, mientras que la narración subjetiva se logra mediante tomas subjetivas, donde la cámara muestra lo que ve un personaje. En ambos casos, la elección del tipo de narración afecta la percepción del espectador.
Cómo usar la narración objetiva y subjetiva en la práctica
Para usar la narración objetiva, es importante centrarse en los hechos, presentarlos de manera clara y sin incluir juicios o emociones. Esto se logra mediante un lenguaje neutro, sin adjetivos que expresen emociones o opiniones. Por ejemplo, en un reporte de noticias, se describe lo que ocurrió, quién lo hizo, cuándo, dónde y cómo, sin dar una opinión sobre el evento.
Para usar la narración subjetiva, se debe mostrar las emociones, pensamientos y percepciones de un personaje. Esto se logra mediante el uso de lenguaje descriptivo, adjetivos que expresen sentimientos y diálogos internos. Por ejemplo, en una novela en primera persona, el narrador comparte sus dudas, miedos y esperanzas, lo que permite al lector vivir la historia desde su perspectiva.
Ambas formas de narración pueden usarse en combinación. Por ejemplo, en una novela, el narrador puede alternar entre una narración objetiva de los hechos y una subjetiva de los pensamientos de un personaje. Esto permite ofrecer una visión más completa y enriquecedora de la historia.
La importancia de la perspectiva en la narración
La perspectiva es un elemento clave en la narración, ya que determina cómo se perciben los hechos. En una narración objetiva, la perspectiva es externa, lo que permite al lector formar su propia opinión. Mientras que en una narración subjetiva, la perspectiva es interna, lo que puede influir en la percepción del lector.
En literatura, la perspectiva también se relaciona con el punto de vista del narrador. Un narrador en primera persona ofrece una perspectiva subjetiva, mientras que un narrador en tercera persona puede ofrecer una perspectiva objetiva o subjetiva, dependiendo de si conoce los pensamientos de los personajes o no.
La elección de la perspectiva afecta no solo el contenido de la historia, sino también su estructura y estilo. Una narración con perspectiva subjetiva puede ser más emocional y personal, mientras que una narración con perspectiva objetiva puede ser más clara y directa.
Tendencias actuales en narración objetiva y subjetiva
En la actualidad, la narración objetiva y subjetiva siguen siendo herramientas esenciales en diversos campos. En el periodismo, la narración objetiva sigue siendo un estándar, aunque se ha cuestionado su viabilidad en un mundo donde las redes sociales y los medios digitales promueven una narrativa más personal y subjetiva.
En la literatura, la narración subjetiva sigue siendo popular, especialmente en géneros como la novela realista o el relato personal. Sin embargo, también se ha visto un resurgimiento de la narración objetiva en formas experimentales, donde el narrador se limita a describir los hechos sin incluir emociones o juicios.
En el cine y la televisión, la narración subjetiva se ha convertido en una herramienta poderosa para sumergir al espectador en la experiencia de los personajes. La narración objetiva, por otro lado, se usa para mantener una distancia que permite al espectador formar su propia opinión.
En conclusión, la narración objetiva y subjetiva son dos formas de contar una historia que ofrecen diferentes ventajas y desafíos. Su elección depende del propósito del autor y del mensaje que quiere transmitir. Ambas formas son válidas y útiles, y su combinación puede enriquecer la narrativa.
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